El tren levitante del futuro, Hyperloop, con el que se espera cambiar radicalmente el modelo de transporte público dentro de algunos años, superó con éxito su primera prueba, demostrando una capacidad de aceleración impresionante al alcanzar 187 km/h en 1,1 segundos.
La cápsula, creada por la empresa californiana de transporte que lleva el mismo nombre del tren, se autopropulsó con electroimanes a más de 168,9 kilómetros por hora, a lo largo de una pista construida en el desierto de Nevada. Si todo sale como se prevé, a finales de año se realizará otra prueba a escala y a velocidad real, en un tubo de dos kilómetros de longitud.
El mecanismo del tren, que está formado por cápsulas que circulan por túneles gigantes sobre un colchón de aire a baja presión, está basado en la tecnología Maglev, que es la forma corta de nombrar la levitación magnética. Este tipo de trenes flota sobre un camino gracias al magnetismo, reemplazando el hierro utilizado anteriormente en las vías.
La intención de sus creadores es hacer levitar las cápsulas para reducir la fricción y posibilitar que estas alcancen una velocidad mayor. Otra de sus ventajas, es que el sistema es inmune al viento, la lluvia, la niebla y el hielo. Lo que se busca, con ello, es reinventar el transporte para eliminar las barreras de tiempo y de distancia.
En principio, se ha planteado la creación de dos tipos de cápsulas: una con capacidad para tres vehículos, y otra de un diámetro de más de dos metros para 28 pasajeros. El equipo detrás del Hyperloop, liderado por Elon Musk, el fundador de Tesla Motors, proyecta comenzar a transportar carga a partir del 2019, mientras que el transporte de pasajeros, con el que se espera cubrir la ruta inicial, Los Ángeles-San Francisco, en tan solo media hora, comenzaría a operar en el 2021.
El financiamiento, que suma 80 millones de dólares, ha venido por parte de las empresas 137 Ventures, Khosla Ventures, Fast Digital, Western Technology Investment, GE Ventures, y la compañía nacional de ferrocarriles de Francia, SNCF. Entre los impulsores están un conocido inversor de capital riesgo que ya participó en la financiación inicial de Uber o Airbnb, Shervin Pishevar, y un ingeniero que trabajó en la empresa espacial SpaceX, Brogan BamBrogan.
Pese a ser una innovación que promete cambios en la manera de trasladarse, el proyecto tiene sus detractores. James Moore, director del programa de Ingeniería de Transporte de la Universidad del Sur de California, no está muy convencido de sus alcances. “Ciertamente no voy a decir que no saldrá nada de la tecnología del Hyperloop, pero dudo que tenga un efecto dramático en cómo desplazamos personas y bienes materiales en el corto plazo”, apuntó.
Aunque es una idea muy vieja, porque ya algunas historietas del pasado nos la habían planteado como un hecho futurista, la creación del tren supersónico traspasa las fronteras de la ciencia ficción y se convierte en una realidad. Las palabras del director ejecutivo de Hyperloop, Rob Lloyd, lo ratifican: “es algo real, está pasando”. Solo falta saber, en caso de que no se lleve a cabo ningún cambio, si las personas serán capaces de viajar, a altas velocidades, dentro de un tubo sin ventanas ni salida al exterior. ¿Tú lo harías?.